La actividad esta basada en el poema de Sadako, una niña japonesa que padeció leucemia por las radiaciones que la bomba nuclear sobre Japón ocasiono. Le dijeron que si lograba hacer mil grullas de papel se iba a cumplir su deseo, el de salvarse.
Lamentablemente su deseo no pudo ser cumplido, murió cuando ya había hecho 644 grullas. De todas formas sus familiares y amigos hicieron las grullas fletantes para completar las 1000 y las enterraron junto a ella.